Método para tomar malas decisiones y no arrepentirse (rápidamente)
1. Decisiones difíciles: no se acaban
Según harvard_business_review las personas tomamos aproximadamente 2000 decisiones cada hora que pasamos despiertos. Desde luego no todas son trascendentales, pero es fácil hacerse una idea sobre que a lo largo de la vida, alguna de esas 2000 diarias forzosamente va a serlo.
Vamos a ilustrar la situación con un ejemplo muy común:
Una de las primeras grandes decisiones trascendental vitales suele ser la de elección de la vida académica. Y no es agradable, en España (y gran parte del mundo), los niños crecen en algo así como una carrera para poder acumular todos los conocimientos y habilidades posibles con la menor edad asequible para poder entrar en alguno de los caminos que llevan, teóricamente, a un éxito vital laboral.
Esta carrera no parece muy eficiente (al menos en España), además de suponer una estrategia cuestionable, ya que sigue existiendo trampa intergeneracional, alto nivel de fracaso, brecha de género y otros indicadores que señalan una baja eficiencia del sistema público de educación.
Así podemos encontrar adultos muy jóvenes, con más formación y capacidad de sufrimiento que gran parte de los adultos, un enorme conjunto de conocimientos que no les interesan y que se les van a olvidar pasado mañana, y también una subdesarrollada capacidad de gestión emocional (sobre todo, por su corta edad).
Y en ese maravilloso punto les decimos:
«Elige lo que quieres hacer. Esto va a condicionar gran parte de tu vida, o al menos tu desarrollo laboral en los próximos años».
Y sí. Va a condicionar no sólo el desarrollo de su carrera, sino también en su capacidad económica futura (otro), y si se equivocan o quieren reconducirse, tendrán que hacer un importante esfuerzo de migración en un entorno que cada vez les exigirá más responsabilidades de adulto (cosa que no siempre sale bien y a veces simplemente no es posible).
Observar esta decisión vital es analizar un momento de desconocimiento, prisa, inmadurez y falta de previsión real para tomar la decisión. Es decir, una decisión basada en incertidumbres.
Así, es fácil comprender que no sólo este abismo de indeterminación les ocurre a los adolescentes. Las decisiones difíciles están por todos lados: comprar algo caro como un coche o una casa, invertir, poner un negocio… hasta entrenar en el gimnasio puede ser peligroso si no se contemplan todos los factores.
Y no hablemos de tener un hijo. Ese agujero de inseguridad, coste económico, reclamo de tiempo, miles de factores controlables y miles incontrolables… De primeras, un buen problema.
Asomarse al pozo de una decisión con incertidumbre de marco (otro enlace) siempre es difícil. Tenemos que razonar, identificar todas las variables posibles, anticipar probables y poco probables resultados, decidir en qué cesta poner los huevos… Y todo ello sin saber seguro si nuestro conocimiento es real, sin saber lo que va a ocurrir en los próximos días, en incluso sabiendo que hay muchas variables que no controlamos.
No he podido conseguir la referencia de quien hizo la imagen.
Espero me perdone por no citarle.
2. Método para tomar decisiones
¿Cómo? Con paciencia.
Y asumiendo la posibilidad de equivocarte.
Algunas decisiones son dificilillas
Pero si uno quiere alguna clave que le ayude un pelín más, entonces tenemos que mirar a una técnica1 descrita por primera vez ya hace unos añitos (1971) y revisada mil veces2-5, propuesta inicialmente por D´zurilla y Golfried1.
Claro y simple: «Técnica de solución de problemas y modificación de comportamiento».
Esta estrategia, o conjunto de estrategias, te sirve para establecer una estructura que trate de proponer una manera de afrontar problemas maximizando la probabilidad de tomar la decisión adecuada.
La decisión adecuada a mis intereses, por supuesto.
Lo que describen, a parte de otro montón de detalles en los que no voy a entrar (de nada), es cómo decidir con (más o menos) estos pasos:
- ¿Cómo voy a afrontar emocionalmente este problema?
- Razonamiento. Definición de todo lo que se sepa del problema.
- Generación de distintas opciones de solución y previsión de resultado.
- Evaluación de resultados y preparación de un plan de acción.
- Puesta en práctica, valoración positiva y cambio de lo que sea necesario.
Adaptado de: D’zurilla, T. J., & Goldfried, M. R. (1971). Problem solving and behavior modification. Journal of abnormal psychology, 78(1), 107.
Básicamente se trata de separar los pasos que tengo que tomar para resolver un problema (objetivo que no sé cómo solucionar). Planteo bien qué quiero y cómo lo voy a afrontar, intento conocer la situación lo más posible y propongo distintas soluciones, todas las que pueda.
Una vez hecho esto, valoro todos los pros y contras que pueda predecir de cada solución, y con ello decido cuál es la mejor opción. Aplico y reanalizo mientras lo voy haciendo.
Simple… no tanto.
3. Utilidad del método
La utilidad de este método está, principalmente en que ayuda a afrontar el hecho de que todas las decisiones tienen una parte buena y una parte mala, que pincha aunque hayamos optado por la mejor opción. Lo que llamamos disonancia6-9 .
Según wikipedia, la disonancia es «la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones (cogniciones) que percibe una persona que tiene al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto, o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias.
O lo que es lo mismo: «sé que está bien, pero no me reconforta totalmente.»
A veces, la disonancia se mantiene y la persona hace una elección consciente eligiendo el mal menor, asumiendo esa molestia. Otras veces se usan sesgos cognitivos6,9 para mitigar dicha disonancia y evitar así la incomodidad emocional que ésta provoca.
¡Ojo! Que esto de los sesgos cognitivos no es tontería. Cuando tomamos una decisión consciente en función a creencias y valores, y con un adecuado nivel de análisis del asunto, involucramos áreas cerebrales capaces de inhibir (o, al menos, mitigar) esas emociones negativas10-12.
¿Y qué significa esto? Pues significa que el proceso de solución de problemas que he presentado no sólo ayuda a analizar mejor la situación y a tomar la decisión probablemente más correcta, sino que además ayuda a sobrellevar mejor las dudas, miedos y tensiones que puedan aparecer.
4. Conclusiones
Noticia número uno: Tu vida va a estar llena de decisiones.
Noticia número dos: La mayoría van a ser difíciles.
Noticia número tres: En esa mayoría no vas a saber todas las opciones que pueden ocurrir.
Si has leído un poco este artículo, ahora tienes un Checklist y sabes cómo usarlo. Entrénate. Dale intensidad a tu lóbulo frontal, toma decisiones meditadas y reanalízalas para llevarlas hasta el final.
Cada vez tus disonancias serán menos intensas y tus valoraciones más acertadas. El método es el que te presento, hacerte experto sólo depende de ti.
5. Referencias
- D’zurilla, T. J., & Goldfried, M. R. (1971). Problem solving and behavior modification. Journal of abnormal psychology, 78(1), 107.
- Uthayaratana, T., Taephant, N., & Pisitsungkagarn, K. (2019). Four noble truths based problem solving: a therapeutic view. Mental Health, Religion & Culture, 22(2), 119-129.
- Factor, R. S., Swain, D. M., Elias, R., Smith, I. C., Capriola-Hall, N. N., Waldron, K., & Clum, G. (2019). Feasibility of a Brief Problem-Solving Training for 4-H Center Summer Staff: Linking Needs to Implementation. Collaborations: A Journal of Community-Based Research and Practice, 2(2).
- Dunne, E. M., Norris, A. L., Romer, D., DiClemente, R. J., Vanable, P. A., Valois, R. F., … & Carey, M. P. (2019). Problem Solving Reduces Sexual Risk Associated with Sensation Seeking, Substance Use, and Depressive Symptoms Among African-American Adolescents. Journal of Child & Adolescent Substance Abuse, 1-6.
- Merrill, K. L., Smith, S. W., Cumming, M. M., & Daunic, A. P. (2017). A review of social problem-solving interventions: Past findings, current status, and future directions. Review of Educational Research, 87(1), 71-102.
- Festinger, L. (1957). A theory of cognitive dissonance. Evanston, IL: Row, Peterson.
- Festinger, L.(1964). Conflict, decision, and dissonance. Stanford, CA: Stanford University Press.
- Gerard, HB, & White, GL (1983). Post-decisional reevaluation of choice alternatives. Personality and Social Psychology Bulletin, 9, 365-369.
- Bandura, A. (2002). Selective moral disengagement in the exercise of moral agency. Journal of moral education, 31(2), 101-119.
- Etkin, A., Egner, T., & Kalisch, R. (2011). Emotional processing in anterior cingulate and medial prefrontal cortex. Trends in cognitive sciences, 15(2), 85-93.
- Zanto, T. P., Rubens, M. T., Thangavel, A., & Gazzaley, A. (2011). Causal role of the prefrontal cortex in top-down modulation of visual processing and working memory. Nature neuroscience, 14(5), 656.
- Philiastides, M. G., Auksztulewicz, R., Heekeren, H. R., & Blankenburg, F. (2011). Causal role of dorsolateral prefrontal cortex in human perceptual decision making. Current biology, 21(11), 980-983.