Las ciudades con cubierta vegetal son mejores ciudades
1. Instinto y espacios verdes
Supongamos dos opciones:
- Paseo por una pradera rodeada por un bosque de robles y setos.
- Paseo por un camino hormigonado al lado de un par de carriles de coches y rodeado por edificios.
Si hacemos una encuesta, muy probablemente, la mayoría de las personas contesten que prefieren la opción 1. Eso quiere decir que, de forma general, el espacio verde y el entorno de naturaleza es más atractivo que el camino hormigonado.
Cuando una predilección como esa se observa de forma tan general que una gran mayoría de la población está en sintonía, solemos identificarlo como un proceso instintivo. Esto es, como ese impulso interno, primitivo, rápido y difícil de eliminar, que ocurre con abrumadora seguridad y nos hace dirigir nuestros actos a un objetivo concreto.
Entre estos instintos encontramos algunas tendencias como el gusto por el contacto físico con la madre, la socialización a lo largo de toda la vida (en una u otra forma), el gusto por el azúcar, el rechazo a comer cualquier cosa que no sea un alimento o la huida del dolor, entre otros. Son cosas que no hay que enseñar, nos salen solas.
La mejor explicación bien desarrollada que yo he leído nunca sobre este tema está en el libro El mundo hasta ayer de Jared Diamond.
Este tipo de acciones responden a nuestra historia natural. El ser humano, a lo largo de miles de años de evolución, se ha adaptado a su entorno por medio de intensas sensaciones que le alejaban o le acercaban de lo que era malo o bueno, respectivamente.
Por eso, las modificaciones actuales de nuestra sociedad resultan (a veces) muy problemáticas.
Algunos de estos ejemplos son el estrés crónico sostenido por un rapidísimo estilo de vida o presión laboral, la incidencia de enfermedades relacionadas con la obesidad por un excesivo consumo de azúcar o sal, o los niveles de aislamiento y tristeza que cada vez aumentan más en las sociedades donde la soledad se convierte en la tónica común.
Pues bien. El gusto por los espacios verdes parece ser una respuesta a uno de esos instintos. Su cercanía mejora nuestras vidas, y su lejanía las empeora.
2. ¿Qué pasa al reintroducir verde en la ciudad?
En 2020 se publicó un estudio de investigación que quería comprobar qué pasaba en determinadas zonas de la ciudad de Philadelphia si se cubrían con árboles1. El 30% de cada barrio, concretamente.
Los resultados fueron más llamativos de lo que seguramente esperasen los investigadores. Se publicó que sólo un aumento del 5% de la cubierta vegetal de la ciudad podría suponer una reducción de 302 muertes al año. ¿Por qué?
Probablemente, por una relación indirecta pero fuerte: al haber más espacios verdes, aumenta el ejercicio físico que las personas hacen en sus rutinas, y, además, también crece la interacción social entre vecinos. Así, la cubierta verde, directa o indirectamente, contribuye a reducir el estrés y la presión del entorno sobre la salud mental.
Todo esto sumado, por supuesto, a los efectos físicos que tienen las plantas sobre la isla de calor de la ciudad. La capa vegetal humedece el aire, regula la temperatura, absorbe contaminantes, atrae especies animales y da sombra. ¡Sombra! Que no es poco.
Este estudio no es único, sino que hay más resultados de distintas ciudades europeas en las que se ha estudiado la mortalidad asociada al calor y a la falta de vegetación con unas conclusiones similares.
De esta forma, los espacios verdes no son simplemente un filtro de aire de las ciudades, sino que, además de todos esos beneficios sobre el ambiente, son dinamizadores sociales.
Como decimos, los parques, jardines y bosques urbanos aumentan la probabilidad de que los vecinos salgan a hacer ejercicio. Y eso se ha visto como un impulso para la posibilidad de que interaccionen con otras personas, aumenten sus actividades, reduzcan sus niveles de estrés y se sientan más satisfechos en general2,3.
Evidentemente, este conjunto de factores reduce los niveles de mortalidad, por salud y porque también se ha observado que en estas zonas se acontecen menos crímenes violentos1.
Un estudio de metaanálisis sobre 8.324.652 adultos4 concluyó que las personas que tienen acceso a zonas verdes en un radio menor a 500 metros sufren menos mortalidad por cualquiera de las causas que estudiaron (que no fueron pocas).
No está claro el tiempo que hay que dedicar a darse greenshowers (duchas de entorno verde), aunque todo apunta a que con poco basta. Al parecer, con entre 20 y 30 minutos al día ya se pueden sentir los efectos5. También hay quien recomienda un mínimo de 120 minutos a la semana6 de estas pastillas de naturaleza5.
Es tan potente que no hace falta mucho para ver efectos.
3. Naturaleza y ejercicio físico
Simplemente, el hecho de que estar en una zona de parque nos motive a hacer ejercicio (o empezar a hacerlo), ya es un buen comienzo.
Con un tiempo desde 15 hasta 90 minutos7,8, se potencian enormes beneficios sobre la salud: disminuye el riesgo de muerte en un amplio rango de perfiles, y también es un buen predictor de pronóstico de enfermedades, por encima incluso de otros factores como la diabetes, el consumo de tabaco o la hipertensión7,8.
Y, ¿qué pasa si juntamos parques y deporte pero sólo podemos hacerlo en fines de semana? Pues pasa que nos convertimos en weekend warriors.
Weekend warriors. Así es como se ha empezado a llamar a las personas que aprovechan los días libres para hacer ejercicio e ir al campo. En este caso, uno no tiene que sentirse mal por no ir a diario, puesto que se ha demostrado que, en comparación con no hacer nada, este fin de semana activo (deporte o simplemente andar) es positivo en multitud de factores clínicos y para la reducción de la mortalidad en cualquiera de las causas que se incluyen en el estudio9, que no fueron pocas.
Así que, en resumen, reintroducir verde en la ciudad y habilitar espacios para hacer ejercicio parece una gran opción.
4. Conclusiones
Hay un montón de cosas que puedes hacer para mejorar tu bienestar, pero pocas tan sencillas, tan económicas y con tanto efecto como moverte un poco y hacerlo en zonas naturales.
Cuando sabemos con tanta seguridad que hay algo tan poderoso, tan necesario y tan positivo, sería una pena no aprovecharlo.
Individualmente, hacer estos pequeños movimientos nos aporta mucho. Por otro lado, si hablamos colectivamente, conseguir cambios suele ser más lento, pero igualmente tenemos un montón de información muy fiable que nos dice que esto de las zonas verdes es algo que merece la pena reclamar.
Como decía al principio, es muy difícil y perjudicial huir de los instintos. Hagamos caso a la madre naturaleza que nos guía al campo. Y tratémoslo bien, por favor.
5. Referencias
- Kondo MC, Mueller N, Locke DH, Roman LA, Rojas-Rueda D, Schinasi LH, et al. Health impact assessment of Philadelphia’s 2025 tree canopy cover goals. Lancet Planet Health. 2020;4(4):e149–57.
- Wang H, Dai X, Wu J, Wu X, Nie X. Influence of urban green open space on residents’ physical activity in China. BMC Public Health. 2019;19(1):1093.
- Hooper P, Boruff B, Beesley B, Badland H, Giles-Corti B. Testing spatial measures of public open space planning standards with walking and physical activity health outcomes: Findings from the Australian national liveability study. Landsc Urban Plan. 2018;171:57–67.
- Rojas Rueda D, Nieuwenhuijsen MJ, Gascon M, PerezLeon D, Mudu P. Green spaces and mortality: a systematic review and metaanalysis of cohort studies. Lancet Planet Health. 2019;3:469–77.
- Hunter MR, Gillespie BW, Chen SY-P. Urban nature experiences reduce stress in the context of daily life based on salivary biomarkers. Front Psychol [Internet]. 2019;10.
- White MP, Alcock I, Grellier J, Wheeler BW, Hartig T, Warber SL, et al. Spending at least 120 minutes a week in nature is associated with good health and wellbeing. Sci Rep. 2019;9(1):7730.
- Myers J, Prakash M, Froelicher V, Do D, Partington S, Atwood JE. Exercise capacity and mortality among men referred for exercise testing. N Engl J Med. 2002;346(11):793–801.
- Wen CP, Wai JPM, Tsai MK, Yang YC, Cheng TYD, Lee M-C, et al. Minimum amount of physical activity for reduced mortality and extended life expectancy: a prospective cohort study. 2011;378(9798):1244–53.
- O’Donovan G, Lee I-M, Hamer M, Stamatakis E. Association of “weekend warrior” and other leisure time physical activity patterns with risks for all-cause, cardiovascular disease, and cancer mortality. JAMA Intern Med. 2017;177(3):335–42.
1 comentario
[…] Árboles, ciudades y salud […]